Objetivos: Todos los cirujanos tienen que afrontar el problema de las infecciones que pueden presentarse en los pacientes que ha sometido a intervención quirúrgica. Prevenir la infección de la herida operatoria es uno de los aspectos más importantes en el cuidado del paciente. Evaluamos las complicaciones infecciosas derivadas de cirugía espinal y su repercusión durante la actividad en nuestro servicio durante el año 2015.

Material y métodos: Analizamos los resultados y complicaciones derivadas de nuestra actitud quirúrgica durante el 2015 en nuestro Servicio.

Resultados: En el año 2015 se llevaron a cabo 1.980 cirugías. Cirugía espinal 40,4%. El 38% de la cirugía espinal fue cirugía lumbar, 34% cervical, 15% instrumentaciones de la columna, 5% cirugía espinal compleja, 5% cirugía pediátrica y 3% cráneo-espinal. El 3,5% de los pacientes sometidos a cirugía espinal, tuvieron que ser tratados por infecciones posquirúrgicas. La cirugía cráneo-espinal presentó una tasa de infecciones del 7%, las instrumentaciones un 4%, la cirugía espinal compleja un 3%, la pediátrica un 1,2%, la lumbar un 1,69% y la cervical un 0,8%. Las infecciones espinales supusieron una media de 3-6 semanas de tratamiento de antibiótico y prolongó la estancia hospitalaria de los pacientes.

Conclusiones: Las infecciones derivadas de la actividad quirúrgica espinal es un problema de gran impacto sanitario y económico. Es preciso implementar mayores medidas para evitar los resultados desfavorables para nuestros pacientes.