Introducción: Los aneurismas cerebrales no rotos son generalmente asintomáticos. No obstante, los aneurismas trombosados pueden producir síntomas por efecto de masa y su tratamiento supone un auténtico reto. En este video mostramos la importancia de eliminar este efecto de masa para una correcta evolución de la clínica.

Caso clínico: Mujer de 64 años con clínica de afectación visual de 6 meses de evolución en empeoramiento rápidamente progresivo, presentando afectación severa en ojo izquierdo e incipiente en ojo derecho. Se completó el estudio con angioTC y RM cerebral diagnosticándose un aneurisma gigante en la arteria carótida interna (ACI) izquierda supraclinoidea, trombosado en su mayor parte, con efecto de masa y compresión de quiasma y nervio óptico izquierdo. Se decidió tratamiento quirúrgico mediante craneotomía pterional y clinoidectomía anterior extradural. Tras disecar el valle de Silvio e identificar las ramas de la arteria cerebral media (ACM) izquierda, se identifica la bifurcación de la ACI. A través de la región subfrontal visualizamos el gran aneurisma trombosado indentando al lóbulo frontal y el nervio óptico izquierdo, el cual se encuentra desplazado y adelgazado. Se diseca circunferencialmente el cuello y posteriormente se aplica un clip definitivo recto de 7 mm, así como otro clip en tándem de 9 mm. Se comprueba correcta exclusión mediante verde de indocianina. Se realiza aneurismotomía y disección del trombo intraneurismático, dejando una pequeña porción adherida al sistema óptico. Se realizó el cierre según técnica habitual. No hubo complicaciones intra ni posoperatorias. Las pruebas de imagen posoperatorias mostraron correcta exclusión del aneurisma, sin complicaciones. La recuperación visual fue notable, permitiendo a la paciente recuperar su autonomía.

Discusión: Tal y como se muestra en el video, la apertura de la cúpula aneurismática y evacuación del trombo es una maniobra clave en los aneurismas cerebrales trombosados para obtener mejores resultados clínicos.