Objetivos: Revisar los resultados del tratamiento de los aneurismas cerebrales gigantes a lo largo de un periodo de 20 años analizando las tendencias en el manejo de esta enfermedad.

Métodos: Se han revisado retrospectiva las historias clínicas de aquellos pacientes diagnosticados de aneurisma cerebral gigante entre 1997 y 2017.

Resultados: Se han identificado 21 pacientes diagnosticados de aneurisma cerebral gigante. 16 eran mujeres. La mediana de edad fue de 45 años. 4 de las lesiones se ubicaban en la circulación posterior. El 42% de los casos se encontraban en la arteria cerebral media y el 38% en la arteria carótida interna. En 10 casos, la sintomatología inicial fue originada por el efecto masa de las lesiones, en 6 el debut clínico fue secundario a la rotura del aneurisma. El 60% de los casos tenía morfología fusiforme. Se identificó trombosis intraluminal en 9 de los 21 casos. El tratamiento endovascular fue la modalidad elegida de entrada en el 42% de los casos, el tratamiento quirúrgico fue la modalidad elegida en el 47%. En el grupo de tratamiento endovascular fue necesario volver a tratar a 6 de los 9 pacientes a lo largo del seguimiento. En 2 casos en cada grupo se produjo un empeoramiento de la situación neurológica tras el tratamiento de la lesión. Se detectaron 4 fallecimientos relacionados con el aneurisma o su tratamiento. Durante la década 1997-2007, el 80% de los pacientes tratados recibió tratamiento quirúrgico de entrada. Durante la década 2007-2017 dicho porcentaje se redujo al 43%.

Conclusiones: Los aneurismas cerebrales son una patología infrecuente cuya historia natural es más agresiva de lo que se creía tradicionalmente. El tratamiento quirúrgico y el endovascular son herramientas complementarias con las que tratar esta compleja enfermedad. Su manejo correcto debe ser realizado en centros con experiencia que dispongan de ambas modalidades de tratamiento.